A primera hora de la mañana, algo asustada Natalia va a la farmacia del pueblo y compra un test de embarazo. Se encierra en su cuarto y el mundo se le cae encima cuando da positivo.
--Un hijo, un tercer hijo...
Natalia cae en la cama llorando.
--Nisiquiera le he dicho a mi hijo mayor que he tenido un hijo y ¿como le digo que ahora estoy embarazada de su segundo hermano?
Natalia se toca el vientre, no puede creer que dentro de ella crezca un hijo de Conrad. Recuerda todas las veces que él le dijo que ella amaba a Marc y que ella se lo negó, que se acostó con él sólo por rabia.
--Yo era la única que no me daba cuenta que en realidad si amaba a Marc ¡¡¡no he aprendido nada en la vida¡¡¿cómo puede ser que a estas alturas de la vida me vuelva a pasar esto otra vez¡¡¡Loca, loca...¡¡
Natalia llora pensando en Marc.
--¡no tenía motivos para enfadarme contigo... ¿porque no puedo creer que él se enamorara de mi si yo lo amo a él? ¡he sido tan tonta¡¡he tirado mi vida a la basura por tonta¡¡ él se acostó con Ana pero yo con Conrad...
Natalia llora amargamente:
--¿y ahora? ¿que va a decir Marc de mi cuando sepa que espero un hijo? ¡¡Díos mío... voy a tener que separarme de Marc... ahora sí que voy a tener que estar atada a Conrad¡
A pesar que siempre dijo que lo amaba a él, aunque que espera un hijo suyo Natalia se da cuenta más que nunca que a quien ama es a Marc y que no le apetece nada darle un hijo a Conrad. Recuerda las caras de tristeza de Marc por el desamor de ella.
--¡tonta, tonta¡¡ Con Marc has aprendido amar y tú ¿que haces... ? él te acceptó con el hijo de otro y yo le pago dejándome embarazar por otro hombre...
Llaman a la puerta de la casa. Marc se sorprende. Es Ana. La joven actúa como si no hubiera pasado nada.
--¿¡que haces aquí?¡¡ya te dije que no quiero saber nada más de ti¡¡ ¡Ya sé que me acusaste de violación pero nadie te va a creer¡
--¡tú a mi no me tratas como a una cualquiera... sí, yo deseaba ese momento como nunca deseé algo y que Bueno que te volviste loco y me hiciste tuya pero yo quiero más...¡NO ME BASTA CON UNA SOLA VEZ¡ te hundo, si no eres mío te hundo¡
Marc está desesperado, no quiere que Natalia se entere de la presencia de Ana.
--vete por favor... el alcalde es tu amante... nos va a ir a los dos muy mal si tú hablas...
--¡está tarde es el bautizo de tu hijo y yo quiero ser tu pareja¡
--¡estás loca, no te quiero ver más¡
Marc quiere sacarla a la fuerza pero Ana se le resiste. En eso que sale Natalia del cuarto.
--¡no oíste a mi esposo¡¡?¡fuera de mi casa¡
Ana se muere de rabia al ver a Natalia.
--¿¿que haces aquí? –Ana.
Natalia abraza a su esposo amorosa y dice:
--¡tus intrigas no nos separaron... esta es mi casa y aquí me quedo¡
Ana se va pero antes jura que las cosas no se van a quedar así. Marc está feliz sintiendo junto a él a Natalia. Los dos se miran con ganas de besarse. Natalia se aparta de él.
--gracias –dice Marc muy dulce.
Ella no deja que florezcan sus sentimientos y dice:
--bueno, ya que lo hacemos, haremos el teatro completo ¿no?
Marc se decepciona. La mira lloroso. A Natalia le entristece el dolor de su marido y se va llorando. Marc no imagina lo que le pasa a su esposa, cree que simplemente no lo quiere. Mira la hora. Se acerca al cuarto de su esposa y la oye llorar. Ella sufre porque está segura que ha perdido a Marc para siempre, Marc sufre porque cree que llora por estar separada de Conrad. El apuesto hombre opta por no decir nada y se va de la casa. Se va a la parada de autocar. Ahí recibe a su hermano. Los dos se abrazan con mucho cariño.
--no te tengo que preguntar como te van las cosas porque veo que no muy bien...
--No me ama... por mucho que hago Natalia no me ama y yo me muero por ella...
Espartac lo mira con pena.
--ven, vamos a tu casa...
--No, no... vamos fuera... prefiero que Natalia esté sola un rato,...
--tengo ganas de conocer a mi sobrinito...
Marc lo mira con cierta tristeza.
Del mismo autocar se ha bajado un guapo chico de 18 años. Con una dirección en la mano se llega hasta la casa de Natalia. Natalia va a abrir sin ganas. Los dos se miran emocionados.
--mamá –dice él lloroso.
Madre e hijo se abrazan con emoción. De repente el bebé llora.
--¿y eso?
Natalia acaricia a su hijo:
--tengo mucho que contarte...
Marc está en la plaza con su hermano mientras lo pone en antecedentes de todo lo que ha pasado. Alexander camina por el pueblo con Alba y la pequeña Alena como una familia feliz. Se acercan a los dos hermanos. Marc y el ruso se abrazan.
--Olga y yo hemos decidido tener un hijo... y luego pues diremos toda la verdad...
Marc se alegra de que todo le esté saliendo bien. Después le presenta a su hermano. Los dos se dan la mano.
Marc y su hermano llegan a la casa. Se sorprenden al ver a Natalia que está con un joven que está jugando con el bebé. Nerviosa Natalia dice:
--Marc... este es Martín... mi hijo...
Marc no da crédito a lo que oye. Martín deja deja al pequeño con su madre y saluda a su padrastro con simpatia.
--espero que podamos ser muy buenos amigos –le dice el joven.
A Marc casi no le sale la voz. Nunca hubiera imaginado que Natalia ya era madre y menos de un hijo tan mayor. No sabe que decir. Muy nervioso ella dice:
--No te lo dije pero hace unas semanas murió mi madre...
--¿porque no me dijiste? –Marc.
--Eso ya no importa... Le pedí a mi hijo que viniera... espero que podamos arreglar sus papeles para que se quede...
--¿Y donde va a vivir...?
--Conmigo...
--Eso ya lo sé... pero donde viviras tu...?
Natalia mira a Marc con ganas de decirle que lo ama pero dice:
--luego hablamos de eso...
Marc la mira triste seguro que ella se quiere ir de su lado.
Esa tarde, todos se preparan para el bautizo. Marc entra en el cuarto de Natalia que se está arreglando. Ella ve la tristeza en sus ojos. Marc se da cuenta que no la conoce y está seguro que nunca podrá tener una relación sería con ella. Natalia lo mira con pena. Se le acerca y dice:
--Ya sé que debes pensar que soy de lo peor, una prostituta... tuvé un hijo a los 17 años, una relación con un hombre casado...
--Yo no te juzgo... a mi solo me duele que no me ames... que no quieras vivir a mi lado como mi mujer de verdad...
Los dos se miran con mucha ternura. Marc no puede controlar su impulso y casi la besa pero ella lo rechaza. Aunque desea besarlo Natalia no puedo olvidar que está esperando un hijo de otro. Se muestra distante. Marc no dice nada, sufre en silencio.
Durante el bautizo, Natalia y Marc no dejan de mirarse con mucho amor. Aunque es un amor triste ya que los dos están convencidos que no puede ser. Conrad mira a Natalia con pena y celos. Está seguro que la perdió...Natalia lo mira con extrañesa.
--no quiero, no quiero compartir mi vida con él... prefiero estar sola... –dice para sí.
Ana está loca de celos.
--¡no me han vencido... no me han vencido¡ --piensa.
Martín, que está al lado de Espartac, ha quedado cautivado por Ana. El alcalde y su esposa, ella a regañadientes, son los padrinos del pequeño Marc. Ha llegado la televisión, el presidente, autoridades... Todos felicitan al alcalde por el éxito de su proyecto. Durante la fiesta, Ana se acerca al micrófono y dice:
--¡todo esto es una farsa... –señala a Marc y dice—este hombre es mi amante --y luego señala a Natalia y Conrad—y está mujer vive en realidad con este otro hombre...
A pesar que sabe que su marido puede sufrir las consecuencias, Paquita disfruta al ver humillada a esa argentina que tanto le disgusta. Conrad sufre por Natalia. Martín mira con pena a esa mujer que le habia gustado. Espartac da ánimos a su hermano. Conrad da la cara y dice:
--¡esto es mentira... no pueden creer a esta loca de Ana... esta mujer también anda diciendo que ella se acuesta con el alcalde... nadie la debe creer¡
Aunque sabe que es verdad, Paquita se enfrenta a Ana y la llama mentirosa.
--¡no, no... yo digo la verdad...¡ --Ana.
Conrad sigue hablando:
--¡la señora Graupera es muy feliz en su matrimonio... ella y yo nunca tuvimos nada. No hay nada entre ella y yo¡
Aunque Conrad sufre al decir estas palabras sabe que es lo mejor para Natalia que lo mira agradecida.
--¡claro que es mentira todo lo que esta mujer ha dicho... Natalia y Marc se aman y lo van a demostrar¡ --alcalde.
Francisco mira al matrimonio con miedo, les suplica con la mirada. Marc no sabe que hacer. Natalia abraza y besa a su marido. Es un beso de amor como nunca se habian dado. Un beso de amor que calla todos los chismes y destroza a Conrad. Francisco le exige a Ana que abandone el pueblo mientras la pareja se sigue besando. Viendo que todos están contra ella, Ana se va corriendo llorando. Martín la sigue.
Natalia y Marc se separan. Se miran enamorados. En eso que Natalia se desmaya en brazos de su marido.
Ana corre hasta su casa. Martín la sigue.
--espera no te vayas...
--¿y tú quien eres? ¿que es lo que quieres?
--¿porque te has comportado así? Tú eres muy bonita... seguro que muchos se enamorarían de ti sin que tengas que hacer estas cosas...
Dolida Ana dice:
--¿cómo quien?
Martín la mira nervioso:
--¡yo¡ --dice seguro.
Ana se le burla:
--¿tú? Si solo eres un niño...
Martín la abraza apasionado y le dice:
--Yo te voy a demostrar que no.
Martín la besa, es un beso de fuego al que ella responde sorprendida pero feliz.
De nuevo en la plaza, Natalia recobra el conocimiento ante unos preocupados Marc y Conrad.
--Tú si te has tomado en serio lo de la repoblación... creo que pronto tendremos otro bautizo –dice la gente.
Marc y Conrad fulminan con la mirada a Natalia. La mujer avergonzada por la mirada de horror de su marido se levanta y se va corriendo. Conrad es el que va tras ella. Marc se queda ahí con el bebé. Sabe que no es a él a quien corresponde preguntar a Natalia. Conrad se acerca a Natalia.
--¿qué es lo que quieres? –le dice ella brusca.
--Saber si esperas un hijo?
Natalia destrozada le dice:
--si, tranquilo... no te voy a negar a tu hijo... ¿es lo que tú querías no? Me quedaré a tu lado...
Natalia habla como si fuera su sentencia y Conrad se da cuenta y dice:
--¿y yo como sé que es mío? ¡¡puede ser de cualquiera¡
Natalia lo mira con rabia y lo bofetea:
--¡has arruinado mi vida¡¡¡maldito seas... ojalá nunca te hubiera conocido¡
Natalia se va. Ahora sï Marc va con ella. El hombre que lleva al bebé en brazos mira con rencor a Conrad pero no le dice nada. Marc se acerca a Natalia.
--Dejame, dejame... –dice ella.
--Conrad no se hará cargo de tu hijo... verdad?
--no... –dice ella llorosa—pero tú juro que recién lo supe.
--te amo...
--¿que dijiste?
--que soy feliz de que me vayas a dar otro hijo...
--Pero no es tu hijo...
Marc la mira enamorado y dice:
--si lo es... si me amas... si quieres vivir conmigo de verdad... es mi hijo...
Natalia lo acaricia:
--eres tan bueno, yo no te merezco.
Marc la mira enamorado y dice:
--Yo no quiero que me merezcas... yo quiero que me ames...
--claro que te amo... yo creo que te amo desdel principio por eso te peleaba tanto...
El matrimonio se mira con una sonrisa de oreja a oreja y se besan apasionadamente aunque con cuidado de no lastimar al bebé que está en brazos de papá. Están muy felices. De lejos Conrad los mira lloroso:
--yo sé que es mi hijo pero era la única manera para que fueras feliz con el hombre que tu amas, yo seré feliz de ver crecer a mi hijo feliz aunque nadie sepa más que yo soy su verdadero padre.
Conrad se aleja mientras Natalia y Marc con el bebé regresan a la fiesta mientras se besan con caricias de amor y felicidad. Los dos se besan con mucho amor.
9 años después...
Natalia está mirando una foto, es una foto de sus cuatros hijos. Va acariciando a cada uno.
--Mi Martín que ya es todo un hombre, mi Marc, mi Antonio, mi Natalia... Mi única hija, fruto de mi amor por Marc...
Marc la abraza por la espalda y dice:
--los tres hijos que has tenido durante nuestro matrimonio son mis hijos por igual y hasta a tus nietos los quiero como mis nietos...
Natalia lo mira enamorada.
--soy tan feliz a tu lado... Te debo tanto...
--No, soy yo el que te debe a ti... –le dice él.
En la casa de Ana, Martín está jugando con Martincito que tiene 8 años y Anita de 3. Ana lo mira enamorada.
--nunca acabaré de dar gracias a Díos por este ángel que la vida me ha mandado...
Martín se levanta y abraza a Ana:
--si, Martincito y Anita son un amor...
--Yo me refería a ti... los tres son mis ángeles... Nunca imaginé que te llegara a querer tanto...
--pero no más que yo a ti. Y bueno, eres mi esposa... me has dado dos hijos maravillosos... ¿cómo no te voy a querer?
--gracias a ti el pueblo, me ha aceptado. Tengo una casa, un hogar... una vida... Gracias a ti todo lo malo quedó olvidado...
--yo también te debo mucho, gracias a ti tuve mis papeles... ahora tenemos unas cosa, unas tierras... unos hijos...
--no es fácil encontrar a un hombre que olvide lo que ha pasado como tú...
--No hay que hablar del pasado...
Martín y Ana se besan ante la atenta mirada de sus hijos.
En la casa de los Fuste, Antonio está jugando con un bebé de meses. Conrad lo mira emocionado. Le gusta ver a su padre jugar con su hijo.
--¿y Diana?
--se está arreglando...
--¿y sí vais a comer a casa de Natalia?
--si claro... tú sabes que quiero mucho a mi ahijado...
--si bueno... es que yo no soy tan moderno...
Conrad sonríe a su padre y luego toma a su hijo con mucho amor. Antonio los mira feliz.
--no sabes que alegría al tener un nieto... yo creía que me iba a morir sin la alegría de un nieto...
Diana baja en ese momento, Conrad mira a la mujer enamorado y se acerca a ella.
--¿qué me ves? No me queda bien este vestido?
Enamorado dice:
--claro que sí, mi esposa es la más bella de todas.
Los dos se sonríen y se besan.
Alexander y Olga muy felices y enamorados se preparan para salir a comer.
--ha sido un gran detalle por parte de Marc que nos haya invitado a esta comida.
--bueno, es para la familia y los amigos cercano... además tenemos que festejar que ahora también somos propietarios...
--Y ya nadie nos lo puede quitar... ahora soy Olga Isaeva, la esposa de Alexander Isaev...
--Mi esposa...
Alena, toda una mujer ya, sale del dormitorio con un pequeño de 8 años. Alexander lo mira con orgullo.
--que bien que tu hija quiera tanto a nuestro hijo... Nunca pensé que de estar prestado en esta familia fuera a formar parte de ella...
--siempre fuiste parte de nuestra familia...
--tu, Alena y nuestro pequeño Misha sois lo mejor de mi vida... os quiero a los tres...
El matrimonio se besa con mucho amor.
En la casa de Natalia y Marc, estos están preparados para comer. El matrimonio se mira enamorado mientras sus hijos están jugando.
--¿te acuerdas cuando vinimos a este pueblo? –Marc.
--Ni me lo recuerdes, no soportaba este lugar y ahora en cambio no viviría en otro sitio...
--ha cambiado tanto las cosas...ahora somos felices, nos amamos... tenemos tres hijos...
--y una casa y las tierras que siempre soñaste...
--eso gracias a ti.
--y a ti.
Los dos se miran muy enamorados y se besan.
--cuando el alcalde me dijo que me tenía que quedar diez años aquí se me hizo que no lo soportaría, que se me harían muy largo pero en cambio ahora, se me han pasado volando... que son diez años al lado de toda la vida que nos queda por vivir...?
Poco a poco todos los invitados van llegan. Martín y Ana y sus hijos son los primeros en llegar. Todos se saludan con normalidad. Los niños van jugando entre ellos. Marc y Alexander se abrazan. Luego llega Conrad con su esposa y Diana. Natalia y Marc los saludan como buenos amigos. Ninguno de los dos ha querido que esté lejos de su hijo y le han permitido que esté cerca aunque como padrino. Natalia y Conrad no se guardan rencor. Él le está agradecido por haberle dado un hijo y por dejarle disfrutar de él como padrino. Natalia sabe que le debe su felicidad, que gracias a su sacrificio todos fueron felices. Después de la comida, cada uno va a su casa y mientras sus niños hacen sus deberes para la escuela, Natalia y Marc salen de la casa para contemplar el paisaje que tienen ante sus ojos. Los dos están felices porque todos sus sueños se cumplieron. Ambos tienen las manos unidas, al igual que su corazón. Sus ojos miran el mismo firmamento: el del otro.
FIN.