viernes, 16 de octubre de 2020

Capítulo 6

 

Marc entra en la habitación. Su esposa está recién salida de la ducha envuelta en una pequeña toalla y secándose el pelo. Marc la mira con deseo. Traga saliva. Se queda unos segundos viéndola hasta que ella se da cuenta. Se quedan mirándose largo rato hasta que él, con mirada traviesa, dice:
--perdón, debí llamar.
--No, no te preocupes... Este creo que debe ser el cuarto de matrimonio.
--lo mejor será que me vaya... buscaré otro cuarto para dormir. Creo que será mejor que hagamos vidas separados... No quiero que luego tú sientes que yo me aprovecho de ti...
Marc se va muy decidido y ella se queda con las ganas de decirle que pueden dormir juntos.
--Así es lo mejor –dice ella nada segura.
Aunque en el fondo está triste ya que disfrutó mucho en brazos de él pero Toni aún está dentro de ella. Piensa en él con rencor.
--todos los hombres son unos cerdos... este aprovechó el momento para vivir su luna de miel y claro ahora como que ya no me toma pues me dice que mejor que hagamos vidas separadas.
Natalia se siente mal por el abandono de Toni, siente que se equivocó al acostarse con Marc y que él ahora no la va a respectar.
--pero es mi marido... no tiene malo que me guste tener sexo con él. Además así olvido el dolor por lo que me hizo aquel... Un hombre como Marc es la mejor medicina.
Natalia se tumba en la cama y se acaricia el vientre:
--que pensará tu papá de que me haya casado? Seguro que ya se enteró y debo estar feliz de que otro asuma su responsabilidad.
Natalia siente ganas de llorar.
-me habré equivocado... No sé nada de este tipo y aunque ahora todo me vaya a ser más fácil pues no sé si será lo mejor para mi hijo...

Marc entra en una de las habitaciones pequeñas se tumba en la cama con una sensación de vacío. No deja de pensar en su atractiva esposa. 
--Aunque me guste ella no me puedo dejar llevar por la carne...
Piensa en su fracaso anterior.
--Yo pensé que aunque nos acostamos nada más vernos era amor y para ella solo fue sexo y por eso nunca me tomó en serio... No puedo permitir que me pase lo mismo. No puedo esperar que nos amemos pero no sé el tiempo que vamos a tener que estar juntos y lo principal es que nos respectemos y esto no lo vamos a lograr si empezamos con estos jueguitos.

A pesar que fue ella la que dio el primer paso se siente utilizada por Marc. Además, Natalia está demasiado dolida con Toni y ahora se siente rechazada por Marc.
--fue un negocio... sólo fue un negocio... yo le dejé que se divirtiera pero ya está, a partir de ahora seremos como dos extraños.
Siente un malestar dentro suyo. Se acaricia el vientre para tratar de calmar a su bebé.
--tengo que estar tranquila, mi hijo no tiene la culpa de nada...
No puede evitar una sombra de dolor y de rencor al pensar en su hijo ya que le recuerda al padre.
--¡maldito, yo se lo di todo. Me entregué todo a pesar que estaba casado, nunca le reclamé nada y él me trato como una cualquiera... no le importó mi vida. Su hijo... espero que seas una niña... No quiero, no quiero que te parezcas a ese maldito¡
Pensar en ese hombre que tanto amó y tanto daño le hizo le destroza el alma y rompe a llorar. Marc se dirige a la habitación de su esposa para preguntarle si quiere comer y se angustia al oírla llorar. Cree que es por culpa de él, que sufre porque no le gusta estar a su lado y eso lo lastima.
--¡eres un patán... las mujeres embarazadas son muy emotivas¡¡no sólo yo he sufrido el abandono de la mujer que amé y su caso es peor porque el hombre la dejó con un hijo en su vientre¡¡debí ser más dulce¡ --se reclama.
No sabe como abordarla y decide irse pero luego vuelve y toca a la puerta. Ella se altera y mientras se seca las lágrimas pregunta brusca:
--¿¿qué querés?¡
Algo nervioso el dice:
--es por si tienes hambre, nos trajeron algo de cenar...
--comé solo... yo no tengo hambre –dice muy triste.
--bueno pues yo si como porque me muero del hambre, te dejaré algo en la cocina...
Marc espera la respuesta de su esposa pero ésta no le dice nada y él opta por irse. Come solo algo triste.
--no tengo que estar triste, tengo en mis manos la posibilidad de hacer lo que quiero... No seré feliz con una mujer, no volveré a amar pero el trabajo será el motor de mi vida... le voy a entrar con ganas.. es mi futuro y ahora tengo una familia por la que debo pensar.

En el hogar de al lado, la casa de los Korf. Mikhail le lee un cuento a la pequeña Alena, una niña que no lo llama papá sino tío.
Luego el joven va al cuarto donde está la madre de la niña, Olga. La mira con mucho cariño.
--¿quieres algo? –le pregunta ella.
--No, sólo darte las buenas noches –dice él frustrado.
El chico se acerca con ganas de besar a la mujer pero está se muestra distante y opta por irse a la habitación frustrado como cada noche en el que espera que Olga lo invite a dormir con ella pero eso nunca pasa. Mikhail se mira al espejo de su habitación y ahí se llama por su verdadero nombre:
--Alexander, yo soy Alexander... Juré ante tu tumba, amigo, que me haría cargo de tu familia y aunque hayamos tenido que mentir a toda esta gente pues lo he hecho, lo que Olga ni tu hija saben es mi mentira, es la mentira que me quema dentro de mi.... Estés donde estés, si puedes verme, debes entenderme... yo no quería, yo no quería pero no lo pude evitar... no pude evitar enamorarme de tu mujer pero ella nunca lo sabrá. Este amor nació solo en mi y quedará en mi... Olga me ve como un hermano y así será siempre.

Natalia ha llorado por largo rato y ya se siente mejor. No oye que su marido esté en la casa.
--debió irse a dormir.
No le apetece toparse con él y por eso no sale hasta ahora. Va a la cocina y se da cuenta que Marc le dejo preparado un plato con comida.
--No se puede negar que es un buen tipo que se preocupa por mi. Si no fuera por lo de anoche podríamos llevar una relación de hermanos pero ahora... como que no sé....todo sería más fácil se fuera más feo.
La mujer come con hambre y después fuma durante un rato. Al ir al baño se da cuenta que su guapísimo esposo se está duchando. Seguro que su esposa dormía, Marc se ducha con la puerta abierta. El cuerpo desnudo y mojado del guapo hombre enloquece a la mujer que entre el despecho y el deseo, dice:
--otro día pienso en frustrarme pero no hoy...
Natalia se desnuda y se acerca a su esposo que la mira sorprendido.
--¿y esto?
--¿qué pasa –pregunta ella seductora—no le puedo hacer caso a mi marido?
--a mi me gustaría que me hicieras caso de otra manera –dice él.
Ella lo calla con un beso. Sus cuerpos se gustan y mucho y no lo pueden evitar.

Después de un nuevo encuentro sexual, Natalia se queda dormida en seguida. Están en la cama de matrimonio. Él se levanta desnudo y en silencio para no despertarla. Se va a la otra habitación para evitar una situación incómoda.
--yo fui él que le dije que haríamos vida separados... cómo la voy a enfrontar hoy... esta noche mejor duermo solo y ya mañana si la cosa sigue así pues ya le seguimos...
Marc sonríe ya que le gusta estar con la mujer y a la vez se lo recrimina:
--¡no, no... no te puedes distraer con estas diversiones... por favor... con una mujer a la que no se conoce uno se puede divertir en la cama pero no establecer una convivencia como la que tendremos que hacer ella y yo... hay un niño en camino... ¡no, no podemos ir con estos juegos¡¡debemos ir poco a poco antes de que pase algo más... tengo que estar juntos, no nos podemos precipitar... si vamos tan rápido vamos a acabar mal y yo no quiero que me vuelvan a hacer daño, yo no quiero hacerle daño y tampoco quiero tener que renunciar a mis sueños¡

Al día siguiente, Natalia se molesta al no encontrar a su marido en la cama.
--¿será que ya se despertó? Debe ser eso... no puede ser que después de lo de anoche me haya dejado sola... aunque no me quisiera sería una grosería... es mi esposo... no mi amante... no me puede dejar después de quedar satisfecho...
Al no verlo por la casa, entra sigilosamente a uno de los cuartos y se lo encuentra durmiendo tan tranquilo. Lo mira con deseo y con rabia.
--¡imbécil¡¡ –dice para sí-- ¡¡¿pero que se ha creído este tipo, que me puede usar y tirar cuando a él se le pegue la regalada gana¡?¡pues se equivocó¡
Natalia sale del cuarto muy furiosa:
--¡yo reconozco que la culpa es mía, que yo lo he buscado pero se acabó... ya no lo volveré a hacer¡¡que no espere que yo vaya a satisfacer sus instintos¡¡

Marc se levanta al rato. Intenta ser amable con su esposa que muy brusca le da el desayuno.
--¿estás molesta por algo? ¿quiere que hablemos?
--¡no, yo no tengo nada que hablar con vos¡¡¿a que hora es la reunión con el alcalde?¡
--a las doce –dice él serio.
--¡pues me iré a arreglar¡
Natalia entra en su habitación dando un fuerte portazo.
--a esta no hay quien la entienda... me busca y luego me desprecia... Este matrimonio se me va a hacer muy largo –dice resignado.

Marc y Natalia se dirigen hacia el ayuntamiento. Natalia va delante de su esposo para no tener que hablar con él. Se nota que está enfadados. Él no se atreve a decirle que deben guardar las apariencias. Al pasar una esquina, Natalia casi es atropellada por el viejo Antonio y su burra. Natalia se enfurece.
--¡podía ir con cuidado, ¿no?¡¡casi me mata¡¡
--¡eres tú la que tenías que ir con cuidado... yo estoy en mi pueblo¡
Natalia está furiosa. Marc la separa del anciano ya que se da cuenta que su esposa tienes ganas de enfrentársele.
--no pasó, nada, no paso nada –dice Marc a su furiosa esposa para calmarla.
Conrad sale de un bar corriendo y se acerca al lugar de los hechos para asegurarse que no le pasó nada a su padre. Natalia no deja de gritar a pesar que Marc trata de tranquilizarla. Conrad se acerca a su padre pero con los ojos clavados en la argentina que le ha impresionado mucho.


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